¿De dónde viene agile? La respuesta está en la casuística de los proyectos de codificación.
Las metodologías clásicas se basan en planificar y predecir todo el proyecto, sin embargo en software es prácticamente imposible predecir debido, principalmente, a dos razones:
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No siempre se sabe qué software se quiere: en muchas ocasiones ni siquiera el cliente tiene claro qué funcionalidades debe tener el producto final.
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Los requisitos suelen cambiar cuando se prueba el producto: derivado de lo anterior, cuando por fin se testa la funcionalidad del software aparecen errores, nuevas funcionalidades o mejoras en el diseño y la usabilidad que hacen que sea necesario introducir cambios en el planteamiento.